El hambre azota de manera atroz a dos tercios de la humanidad y no se puede decir que exista verdadera conciencia de tan trágica realidad, ni que las genuinas dimensiones sociales de este problema se hayan indagado debidamente. Melotti plantea la cuestión con perspectiva sociológica, encuadrándola en la problemática de los países subdesarrollados del Tercer Mundo.