Concluye el siglo XIX. Los avances de la ciencia hacen mella en el pre sente. En un vagón de tren se hacinan siete monstruos de feria, siete niños que antes fueron el gran atractivo del prodigioso circo de MÃste r B. El empresario, un hombre hecho a sà mismo, cambió a esos niños de formados por un teatro de autómatas. Y abandonó también las quimeras d isecadas, que ya no fascinan al público. La maquinaria del mundo, como la ruleta del casino, gira sin descanso, y siete niños, otrora figura s de un cartel de colores, reflexionan sobre cómo salir de la vÃa muer ta en donde sus vidas se consumen.