Esta Historia cómica de la medicina no es un libro de anécdotas sobre la ciencia médica, no es una relación de cuántas tijeras se les olvidan a los cirujanos en el interior de sus pacientes ni del número de veces que amputan la pierna que no es. Lo que pretende (y consigue) es informar fehacientemente del progreso de las ciencias curativas desde el primer esguince que se hizo Ca¡n hasta el retraso mental endémico de la casta de nuestros próceres, en un canon breve y sintético, pero riguroso y altamente comprensible. Otra cosa es que dicho canon está elaborado con la herramienta del humor. Hay en él comprimidos de sátira, jarabes de iron¡a, inyecciones de parodia, supositorios de desmitificación e incluso electroshocks de absurdo, pero todo ello hecho con el respeto y el cari?o que la profesión se merece y la sana intención de que el lector aprenda y se divierta a la vez.