De Pellicer, dice Zaid en el prólogo: "Le puso casa a la alegría en la poesía mexicana, y eso no lo había hecho ningún poeta de nuestra tierra... es nuestro primer poeta realmente moderno. Nuestro Huidobro". La poesía de este poeta tabasqueño es una celebración de la vida y de la belleza que emana la naturaleza. El poeta se reconoce en el universo, abraza la vida e inunda su poesía de una visión vehemente y luminosa.