En este instante me introduzco en tu vida, querido lector, compartiendo contigo lo siguiente a las seis grandes creaciones de mi vida -mis hijos de sangre-: "Nacimos para triunfar". Puede que para ti sean las 6 o las 10, mañana, tarde o noche, estés en un continente u otro, llueva o haga sol, pero de lo que estoy segura es que en esta lectura te darás cuenta de que eres el responsable de tu conducta, la cual es una consecuencia de tus pensamientos creados en el origen de tu vida. Al traspasar tu guión natal, te conviertes en una sola vibración: el amor que te coloca en una vida de paz. Y sabrás cuán importante es la manera de nacer para crear todos juntos un mundo de Paz. El camino hasta aquí comenzó cuando me sentí abusada en mi primer parto, el de mi única hija mujer. Un parto fácil con el deseo por mi parte de vivirlo conscientemente. Pero el médico me anestesió de manera engañosa, nada más llegar a la clínica, con siete centímetros de dilatación. Este episodio de mi vida, con muchos puntos de confluencia con mi nacimiento, me hizo convertirme en una gran buscadora del verdadero sentido de ser mujer, de procrear y de la trascendencia del parto y nacimiento en sí mismos. En verdad no sabía dónde me estaba metiendo. Veintidós años de paso por las salas de parto, viendo nacer alrededor de tres mil bebés en un país, Venezuela, en donde el índice de natalidad era altísimo, las comadronas no existían y los obstetras necesitaban muchas veces más de mi apoyo que las propias parturientas. Mi trabajo de doula consistía en el acompañamiento emocional a la mujer embarazada durante el parto y posparto. ¡Cuánto aprendí! Entonces, el Renacimiento apareció en mi vida de manos de Leonard Orr, su creador. Han pasado ya veinte años más desde ese encuentro y posteriores formaciones. A partir de ese momento, los partos dejaron de despertarme a cualquier hora de la madrugada... Me convertí en ænacedora' de los ya nacidos, o sea, renacedora del alma dolida de los seres humanos, la mía incluída. Cuando la puerta de mi consciencia se abrió y conocí las posibilidades del parto respetado, pensaba cómo me hubiera gustado tener un hijo en esas condiciones. ¡Y lo tengo! Aquí os lo presento: se llama "Nacimos para triunfar". Es poderoso, libre y expande paz por todos sus poros. Para escribirlo pasé por todo un proceso de concepción, gestación y nacimiento, como con cualquier proyecto de vida. Estar consciente de mi guión natal mientras lo escribía me dio mucha Luz en mi camino. Tardé cinco años en terminarlo porque, en realidad, no creía que pudiera salir. Me agazapaba escondida en mi ordenador. Curiosamente, "Nacimos para triunfar" fue escrito íntegramente fuera de mi casa y de mi estudio. Buscaba lugares poderosos del planeta y allí me iba un par de semanas. Luego tomé consciencia de que había un paralelismo con mi vivencia gestacional: mi vida intrauterina no me gustó; me sentí amenazada. Así que me había dejado llevar por mis sentimientos más luminosos para ofrecer al mundo un regalo libre y vital, envuelto en dulces aromas caribeños, Andes majestuosos, chakra de la sexualidad de la tierra, lago Titikaka, azul mediterráneo que me vio nacer, bosques del hermoso Connecticut... En fin, Madre Naturaleza que, de alguna manera, gestó mi creación. Este embarazo de amor y vida. Para todos vosotros, los que queráis adentraros en un viaje hacia la consciencia, aquí os presento a mi creación. No dudo de que, hayamos tenido el nacimiento que hayamos tenido, ha sido perfecto, porque todos hemos nacido para triunfar. Sólo debemos recordar el camino de regreso a Casa.
